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Clases de Chi Kung en Capital
Respiraciones Conscientes
La respiración siempre ha jugado un papel fundamental en las distintas tradiciones a través de los tiempos. Por ejemplo, en Oriente fue implementada para conseguir distintos estados de meditación. Tanto en el Yoga como en el Chi Kung los movimientos que se realizan siempre están sincronizados con un algún tipo de respiración: en el Chi Kung se utilizan básicamente dos respiraciones, una es la llamada «budista» y la otra»taoista«.
La primera es del legado del Yoga. Es la que en Occidente llamamos «abdominal o diafragmática» por ser el diafragma el músculo que más trabaja al hacerla. (En la anterior nota sobre respiración –Somos como Respiramos– hablamos del tema). La otra respiración que se utiliza solo para hacer Chi Kung (o Tai chi) es la taoista o respiración inversa. Mientras que la budista (o respiración directa) es una respiración para relajar, para sedar; la taoista es lo contrario, es para tonificar, para energizar.
Ésta se realiza contrayendo al inspirar toda la faja abdominal, es decir que al inspirar en vez de expandir el abdomen como en la budista, vamos a hacer lo contrario, lo vamos a comprimir. E incluso hay que intentar comprimir también los músculos laterales como los del abdomen, como así también los que se encuentran en la espalda (zona lumbar). Cuando exhalamos, el abdomen se expande hacia delante y hacia los laterales y también se expanden los músculos de la parte posterior.
También juega un papel importante en esta respiración el músculo del perineo, ubicado bajo la pelvis, entre los genitales y el ano. El perineo se contrae en la inspiración y se relaja, pero no del todo, en la exhalación. Con esta respiración y mientras estamos haciendo los movimientos de Chi Kung generamos compresión en los órganos vitales y por lo tanto calor. El producto de esto es un «masaje» a ellos mientras respiramos.
En América, en tradiciones como por ejemplo la tolteca, encontramos que usaban la respiración para provocar un cambio energético en quien la practicaba ya que en esta respiración es la energía misma, la que restaura el equilibrio perdido. Ésta técnica fue dada a luz por el antropólogo y escritor Carlos Castaneda, basándose en lo que aprendió de los chamanes del antiguo México. Estos videntes concebían a los seres humanos como un conglomerado de energía en constante movimiento. Las interacciones de la vida diaria hacen, según esta tradición, que parte de esas fibras energéticas que ellos veían, queden adheridas a personas o a situaciones del pasado, como así también nosotros nos quedamos con fibras de otros sin que esto nos sirviera para nada, salvo para llevarlas como una mochila.
Los videntes descubrieron que estas energías podían ser recuperadas para restaurar el equilibrio perdido. Llamaron «Recapitulación» a una técnica respiratoria que no tiene nada de intelectual. Cuando se hace, la persona sólo tiene que enfocarse en el recuerdo que desea trabajar y luego dejar que la respiración haga el resto. Primero uno debe seleccionar el recuerdo con todos los detalles que pueda de la escena, con personas, lugares, sonidos, olores, en fin, todo lo que pueda hacer que uno reviva ese momento del pasado. Cuando uno está frente al recuerdo, se cierran los ojos, solo se tiene que respirar haciendo movimientos de cabeza de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.
EL PROCEDIMIENTO
Mirando al frente, inhalo, exhalo y llevo mi mentón hacia mi hombro derecho. Con el aire exhalado voy inhalando mientras llevo el mentón hacia el hombro izquierdo. Luego, exhalando, voy nuevamente hacia el hombro derecho y así sucesivamente. Las imágenes que aparecen hay que dejarlas que fluyan naturalmente sin tratar de interpretar o de controlar nada. La respiración es la que nos va a traer la energía que dejamos y va a devolver la que no nos pertenece. Se finaliza con un cierre que es hacer toda la barrida de izquierda a derecha, ahora sin respirar, luego se abren los ojos. Los efectos son inmediatos. Muy recomendable para traumas o fobias, como así también cuando uno está muy apegado a situaciones ya pasadas y no cerradas.
EXPERIMENTANDO LA RECAPITULACIÓN
Voy a relatarles, a modo de ejemplo, lo que me sucedió cuando hice mi primera Recapitulación. Mi idea era trabajar un recuerdo que se me hacía recurrente: tenía cinco o seis años y había ido con mi familia al club a un almuerzo. Uno de los postres que se ofrecían era merengue con dulce de leche pero como no tenía hambre, mis padres me lo llevaron a casa y lo guardaron en la heladera. Al día siguiente me levanté y me acordé que lo tenía allí. Busqué al merengue por toda la heladera y no lo encontré. Le pregunté a mi mamá, ya que no lo hallaba y ella me confesó que se lo había comido… El recuerdo que yo tenía de esa escena era que me había enojado mucho con mi vieja.
Al poco tiempo de empezar las respiraciones de la Recapitulación, me vinieron las sensaciones «reales» de lo que me había pasado. Hasta ese momento el recuerdo era de un «enojo»; en realidad volví a sentir algo más: rabia, furia, la sensación del berrinche de los niños… de rabieta. Sentí odio profundo, no racional, básico. Experimenté cómo mi cuerpo volvía a recordar el suceso: mi pecho se cerraba igual que mis manos. La garganta se me hizo un nudo, sentía que estallaba. Por mi mente desfilaron otras situaciones más cercanas en el tiempo, luego otras de niño hasta que finalmente la pantalla se puso en blanco… ya había pasado la tensión y allí hice el cierre.
CONCLUSIONES
Me di cuenta que el recuerdo había intelectualizado a la escena para no revivir el dolor que me provocaba. También me pregunté cómo me habrían reprimido para no poder expresar la ira: la tenía bien guardada. ¿Donde? En el cuerpo, claro.
Con la respiración sentí que pude liberarme de esa escena y de muchas otras de mi vida posterior, donde también me había sentido «víctima«, donde también me habían robado mi «golosina…«.
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Somos como Respiramos
por Ari Ben
¡Qué primordial y qué descuidada que tenemos a la respiración! Casi como que no contamos con ella… Venimos al mundo con una primera inhalación y nos iremos con nuestra última exhalación.
A diferencia del ritmo cardíaco, la respiración es consciente y a la vez inconsciente.Ésta última es dirigida por el bulbo raquídeo; es la que se dispara cada vez que el cuerpo detecta que hay poco oxigeno y mucho anhídrido carbónico.
¿Estamos atentos a cómo respiramos o creemos que » …yo no tengo nada que ver»? Por lo general nuestra respiración es torácica, o sea que solo el tórax hace el vacío necesario para inflar nuestros pulmones. Inhalamos y expandimos el torax y las clavículas. Esta respiración es por lo general corta; los músculos intercostales son los que se expanden como así también suben la clavículas. Es poco el aire que podemos respirar de esta manera.
Con la respiración abdominal se consigue mucho más aire. Se inhala y se expande el abdomen, se exhala y se desinfla el abdomen. En esta respiración juega un papel muy importante el diafragma que es un músculo que se encuentra entre el tórax y el abdomen. Al contraerlo desciende y produce que el abdomen se expanda hacia adelante, los costados y para atrás, en la espalda. La cantidad de aire respirado de esta manera es mucho mayor que la anterior.
Una tercera posibilidad de respiración es juntar ambas y así profundizar aún más la respiración. Sería la respiración de cuando fuimos bebés. Si observamos a un bebé respirar veremos que todo su cuerpo respira, desde la cabeza a los pies. Es un organismo completo que respira.
Un ejercicio que podemos hacer tanto sentados como acostados es ponernos una mano en el pecho y la otra en el abdomen a la altura del ombligo.
Primero veremos como respiramos. Esto lo logramos viendo que mano se mueve más. Luego trataremos de respirar solo torácicamente; esto quiere decir que solo la mano del torax se moverá al respirar y la otra permanecerá quieta. Luego haremos a la inversa; respiraremos por el abdomen. Solo la mano que está allí es la que ahora se va a mover.
Para finalizar podemos tratar de hacer ambas respiraciones. Si no estamos muy familiarizados con las respiraciones conscientes esto lleva un tiempo de práctica.
Los beneficios de respirar conscientemente son muchos: podemos relajarnos en el momento que querramos. Podemos respirar y luego contestarle al… jefe, marido, esposa, hijo… etc, etc.
La respiración es mágica. Al hacerla consciente podemos poner en ella la Intención que estamos buscando o solo quedarnos sintiéndola; con las dos manos en la panza esto nos trae al aqui y ahora. No se puede estar coscientes de la respiracion y que nuestra mente piense en el vencimiento de la luz o de porqué mi suegra me contestó así…Nuestra mente se aquieta.
Muchas veces pasa que solo haciendo una, dos o tres respiraciones tranquilas, suaves, sin oír el paso del aire por la nariz bastan para cambiar un estado de nerviosismo, enojo o tristeza.
¡Solo hay que ponerlo en práctica para ver si resulta!